La U.E y EE.UU cercan a Facebook, Google, Amazon y Apple
Estas tecnologías están creciendo descontroladamente y la ley antimonopolio parecer ser el freno.
Durante los últimos meses los CEO de las 5 mayores empresas tecnológicas actuales del mercado: Facebook, Google, Amazon, Apple y Alphabet, han comparecido en diversas audiencias en el congreso norteamericano para defenderse de los cuestionamientos sobre su posición en el mercado.
A ojo crítico, el crecimiento ininterrumpido de estas empresas se ha basado, según interpretación de los órganos reguladores, en su libertad a la hora de ejecutar movimientos de mercado, por lo que EE.UU y la UE se han puesto como meta frenar ese crecimiento y rodearlos con marco legislador.
Falta de definición
Si bien existe esta meta, ni la OCDE ni la UE han logrado llegar a un acuerdo sobre la tributación de los gigantes tecnológicos. A falta de un criterio unido, varios países han optado por crear sus propios mecanismos ya que, sin una solución común, estos monopolios de la tecnología no gravan sus ingresos donde se generan.
En el caso de Italia y Francia han dictaminado un impuesto del 3% sobre el volumen de negocios de las empresas online. Por su parte, España también ha hecho públicas sus intenciones de adoptar la misma modalidad. En Austria el valor ascenderá a un 5% sobre los ingresos publicitarios, mientras que el Reino Unido ejercerá un 2% en servicios seleccionados.
Reacciones
Los anuncios de impuestos han traído una reacción por la parte empresarial. La administración del aun presidente, Donal Trump, ha llegado a mencionar una contra respuesta traducida en aranceles a las importaciones de países que apliquen impuestos digitales sobre “sus empresas”.
Por otra parte, el otro asunto que tiene a estos gigantes en la mira, es precisamente su formato de gigantes tecnológicos. El enorme poder en el mercado que les confiere su talla es un punto del que se les acusa de abusar.
Google recibió multas por un total de 8 250 millones de euros entre 2017 y 2019 por dominar el mercado para Android. Microsoft, por su imposición del navegador Internet Explorer a los usuarios de Windows 7 debió pagar 561 millones de euros.
El peso de la ley
La UE ha sido clara en sus recientes anuncios sobre las futuras multas dejando ver que pueden ser, incluso, más escandalosas en sus montos. En una de las propuestas de la Comisión Europea, el monto de una infracción en las reglas de competencia por parte de alguno de estos gigantes pudiera traducirse en el 10% de su facturación, suma a considerar teniendo en cuenta, por ejemplo, que la facturación de Google el pasado año fue de $160 mil millones. Un portavoz de la UE declaró recientemente con respecto al tema:
A pesar del desacuerdo con la UE respecto a sus medidas, EE.UU ha presentado sus propias demandas contra Facebook específicamente, por el control sobre Instagram y WhatsApp.
Google tampoco se ha escapado del lente antimonopolio, varios estados de la nación han expresado su inconformidad con el control de búsqueda y la publicidad. Otro aspecto fundamental que lo convierte en objeto de denuncias, además de sus finanzas, es la privacidad. Este se ha vuelto un tema recurrente en las críticas de las búsquedas en internet por parte de los usuarios, enfocados en la gestión de la información personal que recopila.
En este aspecto, la UE ha dado un paso antes con el GDPR, limitando así los datos que pueden recopilar estas organizaciones y el uso que pueden darles. Por su parte, aunque la normativa americana es más flexible, pasar las fronteras puede ser sumamente costoso.
Fake News
El discurso de odio y las noticias falsas que se han extendido en las plataformas digitales, sin embargo, es otro tema que preocupa a las naciones. Ante esto, la UE introducirá una herramienta legal, obligando a las empresas en internet a eliminar contenidos con narrativa terrorista en menos de una hora. Específicamente Alemania ha dejado claro el costo elevado de las multas a las redes sociales que no eliminen información falsa, discursos de odio, material de abuso infantil o propaganda terrorista.
Si bien estas medidas son acogidas con entusiasmo con el fin de acabar con el contenido inapropiado, muchos temen que las restricciones se conviertan en una amenaza contra la libertad de expresión. Por otra parte, algunos países comenzarán a exigir que las empresas en línea paguen a los medios por el uso de contenido periodístico. Desde noviembre pasado, Francia se convirtió en el primer país al que Google le aceptó un acuerdo al respecto.
En el caso de Facebook y Alphabet, el Wall Street Journal dejó saber la pasada semana que “colaborarán y se apoyarán mutuamente” en caso de investigarse su colaboración publicitaria, refiriéndose así a la demanda que encabezan 10 estados sobre Google, alegando que cooperan ilegalmente con Facebook. Según explica, ambas partes han entendido que esta colaboración pudiera dar paso a una investigación y están discutiendo como manejarla. En el caso de Google, uno de sus portavoces le restó importancia al declarar que era común cooperar si las empresas se sienten amenazadas por las investigaciones antimonopolio.
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