Dirigir un negocio es muy parecido a criar a un niño. Pones tu corazón y tu alma en ello, esperando ver el éxito y la felicidad en el otro extremo. Por cada triunfo y cada derrota, te lo tomas como algo personal.
El mercadeo en red se basa en la creación de relaciones sociales, así que desarrollar habilidades que te ayuden a interactuar de la forma correcta con tus posibles prospectos; es esencial si quieres ser exitoso.