¿Está de acuerdo Trust Investing con la difamación como método para promover sus negocios?

Son miles los cubanos que han puesto sus esperanzas de mejoría económica en las arcas de Trust Investing (TI). La compañía con un modelo multinivel, promete la libertad financiera a través de la gestión e inversión en cripto activos. Con apenas dos años dentro de Cuba, la enigmática empresa ha cautivado con sus cantos de sirenas a media isla caribeña.

Con una incuestionable estrategia de marketing, TI utiliza, en ocasiones, la imagen de los artistas cubanos para promover sus negocios (esos que la mayoría tilda de fraudulentos). En las redes sociales aparecen videos de Waldo Mendoza, Robertón (Roberto Hernández) cantante de Van Van y Gelliset Valdés (actriz y miembro del elenco de A otro con ese cuento, programa humorístico).

Recientemente, la compañía o algunos “trust investers”, no queda claro aún, intentaron atraer a sus redes al cantante Paulo FG (Pablo Alfonso Fernández Gallo). Indignado por el uso de su imagen como una herramienta más de la empresa, el artista declaró que no tiene ningún nexo con TI.

Paulo FG desmiente supuestas inversiones en Trust Investing

Facebook fue la plataforma vocero del cantante cubano, cuando indignado por el uso sin permiso de su nombre en una campaña publicitaria de Trust Investing, decidió aclarar la situación.

Quizás, muchos dieron por sentado que el artista, como tantos otros dentro de Cuba, estaba relacionado con la compañía y sus astronómicos retornos de inversión. Según declaraciones de Paulo FG, recibió una llamada con el objetivo de consultarle sobre el negocio de inversiones en criptomonedas realizado por TI. Para él, además de una sorpresa por su desconocimiento acerca del tema, fue también indignante.

El autor de la llamada, algún John Doe, envió un audio donde se incluye el nombre de Pablo en una lista de artistas cubanos inversores en la compañía. Ante tal calumnia, expresó:

Por otro lado, especificó que, en conversaciones anteriores con amigos cercanos, había recomendado a estos, no ser tan impulsivos; sino que les instaba a analizar detalladamente las propuestas financieras por parte de TI. Propuestas que, a él, le parecían demasiado riesgosas.

Ante esta alarmante situación, cabe preguntarse ¿Hasta dónde son capaces de llegar los “trust investers” para hacer crecer su red? ¿Permite la política empresarial de Trust Investing utilizar cualquier método, por abrupto que sea, para atraer inversionistas?