La venta directa no es un esquema de pirámide

El escrito a continuación es una contribución de Joseph Mariano, Presidente de la Asociación de Venta Directa de los Estados Unidos, que fue compartido por thehill.com

Vivimos en una época en la que los consumidores pueden comprar casi cualquier producto que quieran de los minoristas en línea y lo pueden hacer solo con toque de su teléfono inteligente.

Cada vez menos personas van a su centro comercial local para adquirir los bienes y servicios que pueden ordenar en línea y entregan en su puerta en 24 horas. Las empresas minoristas de todo tipo están reimaginando cómo involucran a sus clientes.

Al mismo tiempo, más y más personas están buscando oportunidades de ingresos que les permitan el mismo tipo de libertad y flexibilidad que disfrutan como consumidores. Hay un modelo de negocio que ha sido redondo por más de cien años que para muchas personas parece una respuesta natural a la dinámica cambiante en la fuerza de trabajo y el mercado.

La venta directa es el canal de venta al por menor vibrante que ofrece a consumidores la capacidad de comprar mercancías y servicios en la comodidad de sus propios hogares de los amigos, de los miembros de la familia y de los vecinos. Y ofrece a los empresarios en ciernes una oportunidad de construir un negocio en sus propios términos.

La gente se involucra en la venta directa gracias a  una variedad de motivaciones. Ellos podrían estar buscando una oportunidad a tiempo parcial para complementar los ingresos de su familia, o desean ser empresarios a tiempo completo construir una empresas más grande u obtener ingresos más sustanciales mediante la contratación de una red de vendedores independientes para servir a al cada vez más creciente mercado de clientes.

Las personas que se afilian con una empresa lo hacen porque disfrutan de sus productos y desean comprarlos con un descuento.

Todas son actividades legítimas que dan satisfacción a millones de vendedores directos y sus clientes.

Todos los que se dedican o están considerando la posibilidad de participar en la venta directa, ya sea consumidor o constructor de negocios, necesita una mejor protección contra el daño reputacional y financiero causado por los esquemas de pirámide que se disfrazan de negocios legítimos.

Una enmienda propuesta por el Representante John Moolenaar (R-MI) a los Servicios Financieros y Asignaciones de Gobierno General del año fiscal 2018, el 13 de julio, definiría por primera vez un esquema piramidal bajo estatuto federal y dejaría claro que los vendedores directos que compran y venden productos es una práctica comercial legítima.

La enmienda también alienta a todas las empresas de venta directa a proporcionar un reembolso del 90 por ciento para el inventario no utilizado, un compromiso que es obligatorio para las empresas miembro de la Asociación de Venta Directa (DSA), la asociación comercial de la industria que tengo el privilegio de servir como Presidente.

La enmienda de Moolenaar no haría nada para interferir con la autoridad de la Comisión Federal de Comercio para enjuiciar el los esquemas piramidales bajo la Sección 5 de la Ley de la FTC..

Todos los distribuidores de empresas serias quieren que se persigan a los esquemas piramidales, pero en ninguna parte en la ley federal esta claro para los consumidores o cualquier otra persona lo que constituye un plan legítimo de otro ilegitimo.

Estos objetivos pueden ser alcanzados por el Congreso sin hacer una injusticia a los acuerdos pasados, actuales o futuros que la FTC tiene con las compañías para regular sus prácticas comerciales.

Las pequeñas empresas y los consumidores necesitan claridad de sus gobiernos sobre cómo pueden operar sus negocios y cómo pueden comprar los productos que desean, sin estar incurriendo en ninguna irregularidad.