Bitcoin y su precio continúan inestable, pero no todo es el precio

Para nadie es un secreto que el precio de Bitcoin es sumamente inestable. Normalmente la volatilidad es riesgo. Estas últimas semanas hemos presenciado días muy riesgosos. En este carrusel de emociones, los profetas del desastre declaran una vez más la supuesta muerte de Bitcoin. En realidad, muchos han buscado a Bitcoin como una reserva de valor. Y si esta reserva no mantiene su valor, entonces declararía su muerte. Sin embargo, el valor de Bitcoin va más allá de su precio. La volatilidad es solo algo pequeño que debemos pagar para disfrutar del atributo más valioso que tiene: Nos da el control.

Es verdad que, para un activo sin valor intrínseco, básicamente el precio es lo que determina su valor. Pero, dos cosas podrían valer lo mismo, pero ser de naturalezas muy distintas. Por ello es que el precio define el valor monetario, pero no define esencia o utilidad.

Obviamente no es lo mismo tener un millón de dólares en efectivo que un millón de dólares en una cuenta bancaria. Pero tampoco es lo mismo tener el equivalente a un millón de dólares en otra divisa. El medio que se utiliza determina ciertas capacidades y limitaciones que debemos considerar a la hora de juzgar el valor. No podemos olvidarnos de la utilidad de Bitcoin y todo no es el precio.

En Argentina, los ciudadanos en medio de la represión por el dólar prefieren Bitcoin a pesar de todo.

Prácticamente a diario, no es fácil tratar la aparente contradicción entre un activo que se vende como un refugio seguro y un activo cuyo precio fluctúa violentamente. Hay muchas historias, pero la realidad refleja otra. Es obvio que el precio de Bitcoin es sumamente volátil, por ello invertir en él, implica un gran riesgo. Muchos han llegado a este espacio con la esperanza de hacerse millonarios de la noche a la mañana y han descubierto que las cosas no son tan sencillas. Pero si comparamos el pasado con el presente, tenemos que destacar que Bitcoin es maravilloso entonces. Sin embargo, estas comparaciones no son muy alentadoras para la persona que compró en diciembre del 2017 y tiene casi 2 años esperando recuperar su dinero. Y esto nos lleva al tema del tiempo. En el caso de Bitcoin, saber cuándo entrar y cuándo salir es un arte casi imposible de dominar. Predecir el mercado es virtualmente imposible.

Frecuentemente, el precio de Bitcoin aumenta  y disminuye. Todavía es un mercado relativamente pequeño. Cada día se desarrolla más, pero nos queda mucho camino por recorrer. La estabilidad del precio no es una de las características comunes porque aún es muy temprano. Pues, la falta de liquidez es uno de los factores que más contribuye a la volatilidad del precio. Sin embargo, la especulación es otro factor. Es decir, muchos buscan obtener ganancias en el corto plazo con compras y ventas rápidas, incentivando inestabilidad para aprovecharse de ella. La volatilidad implica un gran riesgo, pero también grandes ganancias. Cada vez que el precio de Bitcoin baja bruscamente muchos de sus críticos declaran su muerte. Y cada vez que el precio sube de modo espectacular estos mismos críticos anuncian una burbuja insostenible. Ellos obviamente se centran en el precio como el único indicador de valor. Sin embargo, esta es una visión sumamente limitada del proyecto.  Por ello, Bitcoin es mucho más que su precio.

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Existen maneras de disminuir el riesgo y ganarle a la volatilidad.  Ignorar el asunto es supuestamente la mejor manera de solucionar el tema del tiempo y el precio a la hora de invertir en Bitcoin. Bueno, es casi imposible perder dinero así. Hay altos y bajos, pero lo importante es seguir adelante. A pesar de las idas y venidas de Bitcoin en tiempos cortos, es razonable pensar que subirá mucho de precio en los próximos años.

Bitcoin también es una herramienta de liberación. Con Bitcoin, tenemos la opción de almacenar valor de manera libre e independiente. O sea, nos devuelve el control. Entonces, Bitcoin es un instrumento esencialmente antiautoritario. El código no fue diseñado para la estabilidad del precio, pero sí para la seguridad sistémica. Por ello, Bitcoin es una pequeña isla privada que vive bajo sus propias reglas. Ella no es perfecta y está llena de contradicciones. Bitcoin es un pequeño santuario en medio de un mar repleto de monopolios. Es una especie de Isla de la Tortuga.

Los venezolanos y su relación con Bitcoin y el nuevo récord mundial de Argentina

Muchos defienden la idea de que Bitcoin es un refugio seguro y nos protege de la inflación. Su popularidad en el país comúnmente se asocia a la hiperinflación que vive. Entonces, los venezolanos compran Bitcoin para protegerse de la inflación. Pero no todo es cierto. En realidad, el rol de Bitcoin en Venezuela está más relacionado a su carácter antiautoritario que a la supuesta estabilidad de su precio (que obviamente no tiene).

Los venezolanos siempre han estado obsesionados con el dólar porque el Gobierno simplemente no puede parar de imprimir dinero. En estos momentos, el gasto público es prácticamente tres veces el producto interno bruto. Son una verdadera máquina de imprimir dinero inorgánico. Eso ha significado, por supuesto, inflación a niveles de locura. Por esta razón, en estos momentos, el país está prácticamente dolarizado. También hay importaciones y remesas. Las importaciones son necesarias porque Venezuela no produce lo suficiente para poder alimentar a su población. La economía es básicamente una economía de puertos y necesita de las importaciones para subsistir. Y para importar se necesitan dólares. Por ello, el otro elemento a tomar en consideración es la remesa.

Hay millones de venezolanos viviendo en el exterior y muchos de ellos envían dinero periódicamente para ayudar a sus familiares todavía en el país. Pero, en Venezuela existe un control de cambio despiadado y es sumamente difícil adquirir dólares a través de los canales oficiales.

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Entonces, la mayoría de las operaciones de cambio se realizan en el mercado negro del dólar. Aquí entra Bitcoin como el gran aliado. Bitcoin y plataformas como Localbitcoins están estrechamente relacionados al mercado negro del dólar en Venezuela. Pero el precio de Bitcoiun no importa mucho, ya que, en este caso, Bitcoin es un puente y no un destino, pues se utiliza como un instrumento para cambiar divisas. Por ejemplo, cuando un empresario necesita comprar dólares para importar alimentos, normalmente recurre a un operador en Localbitcoins para comprar bitcoins con bolívares, porque a través de los bancos no pude hacerlo. Luego, vende estos bitcoins para obtener dólares en su cuenta en otro país. Con esos dólares, puede realizar sus importaciones. Así funciona. Los venezolanos están refugiándose en Bitcoin no porque los protege de la inflación. Para eso, utilizan el dólar. Ellos utilizan Bitcoin porque los protege del sistema autoritario en el que viven. O sea, les da control.

Últimamente, esto lo podemos apreciar en Argentina. En el momento preciso que el Gobierno argentino impuso un control de cambio, el volumen en Localbitcoins subió. Pero no fue casualidad. La comunidad cripto interpreta estos hechos como respuestas esencialmente económicas, pero no considera el factor político. Y la política es un factor que juega un papel importante en todo esto. El elemento antiautoritario de Bitcoin en muchos casos se subestima. Pero, este es una de sus características más valiosas.

Artículo de opinión: Las declaraciones y opiniones expresadas en este artículo son de exclusiva responsabilidad de su autor y no representan necesariamente el punto de vista de UniversoMLM