Emprender: El factor tiempo

Pero el tiempo es algo etéreo, intangible, no se puede tocar ni siquiera detener, pasa inexorablemente y aunque podamos medirlo no podemos anticiparlo, el tiempo es algo que es difícil de controlar.

Las ideas que pretendemos desarrollar como emprendedores tienen la máxima expresión económica en un valor: el tiempo.

Y es aquí donde nos encontramos con los efectos corrosivos e incluso esclavizantes de este factor.

¿Cuanto tiempo? ¿Cuánto vale? ¿Merecerá la pena?

Poner fronteras al tiempo es una medida fundamental para lograr establecer valores, objetivos, incluso medir resultados, pero por el contrario esos límites generan desaliento incluso abandono por no llegar a cumplir las metas fijadas, emprender con un cronometro en la mano, no es una buena idea.

Ese tiempo correrá a favor nuestro si sabemos aprovechar el mismo y lo organizamos.

Relajémonos y establezcamos los recorridos, sin prisas pero sin pausas.

Establecer un ritmo es buena idea, y cada uno sabe cuántas "pulsaciones" tiene.

Por tanto debemos establecer una serie de valores temporales basados en horas de trabajo que además ocuparán un periodo que lo fijaremos en días, meses o incluso años, dependiendo del objetivo marcado, es decir, la meta final.

Por ejemplo, si nosotros quisiéramos unos estudios universitarios el tiempo medio de los mismos serían unos cuatro años. Pongamos otro año para conseguir un puesto de trabajo.

En base a esto, a partir de cinco años obtendríamos la recompensa económica a un esfuerzo de preparación.

En un negocio no va a ser diferente, un tiempo medio de amortización del mismo estaría entorno a los seis años, dejando al margen aspectos como la adquisición del local.

Pero cuando nos referimos a los intercambios, es decir, a un trabajo (negocio) donde existe alguien que compra y otro que paga, según sea el mercado en el que nos encontramos: financiero, laboral, empresarial, comercial, administrativo... etc, los tiempos se acortan hasta el punto que podemos obtener un resultado inmediato, alguien nos contrata, nos compra y nos paga.

Emprender significa comenzar, para ello establecer una salida y una meta es importantísimo.

A lo largo de ese recorrido tenemos que tener en cuenta que hay que "alimentar" con tiempo y seguramente con dinero el hecho de recorrer ese camino hasta una primera meta que ya está establecida.

Establecer el tiempo es establecer valores, igual que estableceremos el dinero que podemos invertir.

Nunca se trata de darse de cabeza contra la pared, ni de ir solo en ese recorrido, mirar a tu alrededor es la mejor manera de avanzar y de aprender.

Hoy existen muchas maneras de no perder ese tiempo, de invertir poco dinero y de emprender proyectos... miles de ellos te esperan.

No esperes a que sean inmediatos, comprende y aprende, pero ya sabes que ese tiempo y el dinero tienen un solo dueño: TU.

Eres tú el que decides y estableces, marcas el tiempo y la inversión.

Otros estamos para proponerte ideas y ofrecer proyectos, el tuyo también puede contar, hazlo saber!!